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NUESTRA COMUNIDAD
San Benito nos dice en su Regla: "Darse con frecuencia a la oración." (Cap.IV Sta. Regla). Se trata de la ORACIÓN PERSONAL, que no está ceñida a un lugar concreto o actividad determinada. La monja, en medio de su quehacer diario, levanta su corazón al Señor, es consciente de su presencia amorosa. Y vive con Él, momento a momento.
Pero también en la celda sin quehacer alguno, se da a la oración, dando gracias al Señor e intercediendo por todos los hombres. Este encuentro íntimo con el Señor la prepara para la ORACIÓN LITÚRGICA.
ORACIÓN COMUNITARIA-LITÚRGICA.
La Comunidad, al saberse Iglesia, necesita, en unión con la eclesiola que es la propia Comunidad, alabar al Señor, y lo hace con las mismas palabras que la Sagrada Escritura le brinda para ello, y que son Palabra de Dios. Es, el Oficio Divino, al que San Benito llama Opus Dei: la Obra de Dios. Celebrado con fervor y sentido eclesial tiene fuerza evangelizadora.
A las horas señaladas, la Comunidad va al coro, donde, con anterioridad, ha preparado el rezo de Maitínes, Laudes, Hora media, Vísperas y Completas, tributando al Señor la alabanza divina junto con todo el universo.