El día 29 de julio celebramos la memoria de los amigos y hospederos del Señor: los hermanos Marta, María y Lázaro.
En su casa de Betania, en las proximidades de Jerusalén, descansó Jesús al menos en tres ocasiones.
Hoy recordamos el dinamismo de Marta, la amistad y vuelta a la vida de Lázaro, y el modelo de María seguido por las almas contemplativas de todos los tiempos.
En los monasterios que seguimos la Regla de San Benito, acogemos a todo el que llega a nosotros «como al mismo Cristo».
Queremos seguir el ejemplo de los amigos de Jesús al recibir a nuestros hermanos con el mismo afecto, solicitud, generosidad y gratitud de la casa de Betania.
Pidamos al Señor que nos conceda la gracia de adherirnos al Maestro, mediante el fervor de la meditación y las obras de caridad.
Y oída su llamada, nos introduzca en la casa de su bienaventuranza.
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